Una chica con la que mantenía un chat decía que los libros de Houellebecq le parecían muy grises. Volví a observar “Las partículas elementales” desde arriba, de lado, con un ojo cerrado y el otro semiabierto y por lo menos de aspecto, el libro no me pareció gris; más bien conservaba el color de un amarillento de billete usado. Hice lo mismo con “Plataforma” y luego con “El Mapa y el Territorio”. A estas alturas usted puede deducir: 1) que me estoy jactando de leer a Houllebecq, un tipo que en Chile, por lo menos, sólo sería editado por editoriales independientes; un escritor para escritores; algo rebuscado; alguien para locos 2) que el señor representa mi manera de pensar y por efecto, soy un tipo de cabello gris que bordea los 40 años; no podría decir que tengo el alma gris pues no creo que los seres humanos posean alma y el alma sabemos que es otra manera de dominio pues, como dice la inquisición, el alma es del diablo o dios 3) que a través del chat y hablar sobre Houellebecq estaba tanteando en la chica la posibilidad de sostener como mínimo una americana en la próxima media hora.
R: Da en el clavo con los cuarentones, a mi quedan dos, pero a ratos pienso como cuarentón, jajaja
M: wuajjaja sí, en hombre atraviesa por una crsis de los 40, en cierto modo es parecido a plataforma
R:mmm sip, plataforma es mas brusco, es como el viaje que uno quiere hacer y que nunca
hizo, para hacer en el fondo lo que nunca hizo, y asi quemar todos los deseos
hizo, para hacer en el fondo lo que nunca hizo, y asi quemar todos los deseos
me gusta mucho houellebecq; igual también la sociedad francesa nos lleva años luz a los chilenos
cuando uno lo lee, uno dice chucha porque nací aca
M:claro, aunque posiblemente para allá vayamos con este exceso de occidentalización al que
hemos sido sometidos
hemos sido sometidos
me gusta el autor, aunque a ratos me parezca muy gris
Minutos después deduje que M es muy luminosa, obviamente positiva.