El “pate’cacho”, rudo buzo y navegante de los alrededores de Mejillones, dice que la ballena que está frente a nosotros debe medir alrededor de 20 metros. Afirma que es común ver a este tipo de animales por estos días; el miércoles había un par. Ahora son alrededor de cuatro la que circundan el bote de fibra de vidrio en el que navegamos.
Estamos frente a la tranquila playa de Punta Rieles, al costado de sur de Mejillones.
Las ballenas están a más de 100 metros de nosotros, pero de igual modo exhiben una parte del lomo. Emociona encontrarse tan cerca de estos misteriososo cetáceos.
El “pate’cacho”, nuestro capitán, dice que hace un tiempo un matrimonio con su hija, nadaron alrededor de una de estas ballenas. Reconoce que fue un riesgo acercarse demasido con el bote pues en ocasiones brotan de repente del agua con la posibilidad de voltear la embarcación. La familia quedó feliz con la experiencia a pesar del riesgo, afirma.
ballena rorcual
El reconocido biólogo de la Universidad de Antofagasta (UA), Carlos Guerra, después de analizar las fotos dice que se trata de la especie Rorcual o ballena de aleta del género Balaenoptera (B). En lo específico, dice Guerra, la especie puede ser B .physalus (rorcual común) o B. bonaerenses (Ballena Minke austral o Rorcual Austral).
La Rorcual es el segundo tipo de ballena más grande.
Guerra dice que con anterioridad han registrado las dos especies en Mejillones. “Son bastante frecuentes y hay años en que se han mantenido en la bahía y costas de la Península de Mejillones por bastante tiempo”, afirma.
El biólogo dice que lo recomendable es que quienes salen en embarcaciones a realizar observaciones, lo hagan según las normas internacionales; las que entre los aspectos principales dicen: “Nunca acercarse a las ballenas de frente, ni de los laterales anteriores; no se les debe interceptar (cortar el rumbo); acercamientos deben ser desde los flancos traseros y en las cercanías, apagar el motor; no se debe utilizar ecosondas o videosondas en las cercanías de ballenas, pues las ondas de estos equipos interfieren con la audición y navegación de las ballenas”.
Aventura
-¿Le han dicho Farkas?
“Pate’ cacho” ríe. Responde que su apodo es por que caminaba a pie descalzo por las caletas ubicadas al norte de Taltal.
El señor dice que está del año 1976 radicado en Mejillones.
Hoy, el “Pata’cacho”, además de mariscar, desarrolla paseos en lancha por Punta Angamos. Cobra $10 mil por personas. Vale la pena hacer esta aventura que se extiende por alrededor de dos horas.
El mar está tranquilo. Lo primero que aparece es la boya, que rememora el combate de Punta Angamos, lugar donde murió el almirante peruano Miguel Graú.
Sobre la boya hallamos un lobo marino semental junto a su harén.
Si uno observa hacia la costa aparece la playa Punta Rieles, que se caracteriza por sus aguas tranquilas y transparentes; además de la pesca del lenguado.
El acceso por tierra está remozado. “Pata’cacho” dice que antes, cuando el acceso era difícil, ahí se podía ver un helicóptero y casas rodantes. Lo anterior se explica pues en el lugar veraneaba la familia Luksic. “Luego -dice Pata’cacho- arribaron otros ricos que hacían deportes acuáticos. Cuando apareció la carretera los ricos se fueron”, afirmó.
Arribamos a un sector conocido como las islas, donde hay una portada atrofiada.
Sobre los roqueríos abundan los lobos y pingüinos. Los lobos parecen discutir entre ellos. Las rocas, en tanto, están llenas de lapas. “Pata’cacho” dice que abajo hay erizos. Nos ponemos máscara y “al agua pato”.